Actualizado el 13 de febrero de 2016.
Creo que internet ha creado varios registros intermedios entre lo formal y lo coloquial. Desde que España realiza casi sin excepción sus propios doblajes y traducciones en lugar de tomar los hispanoamericanos, internet también es, creo, el principal punto de encuentro entre el español de España y el español americano y, por ende, también entre el inglés —ya directamente, ya por medio del español americano— y el español de España.
En la carrera por la viralidad (palabra que la RAE debería incluir urgentemente, igual que la correspondiente acepción en «viral»), muchas webs recurren a titulares llamativos, rebuscados, artificiosos. Cualquiera que tenga una mínima exposición a las redes sociales sabe de lo que hablo. Los titulares, a menudo, parecen hechos con una plantilla y se podrían generar automáticamente con un programa informático.
La perífrasis «dejar de»… ¿sí o no?
De uno de tantos titulares quiero hablar hoy, concretamente de una construcción que, a mi juicio, es incorrecta, pero que a casi nadie parece chocarle. Algunos resultados (correctos o no, titulares virales o no) de una búsqueda en Google:
(1) No dejes de soñar.
(2) No me dejes de querer.
(3) Nunca dejes de sonreír.
(4) *Un mensaje para todas las mujeres. ¡No dejes de verlo!
(5) *Una obra de arte: no dejes de mirar el golazo.
(6) *Concurso. ¡No dejes de participar!
¿Alguien ve por dónde van los tiros?
Dice la RAE en su Nueva gramática de la lengua española que «dejar de» —que agrupa junto a «parar de» y «cesar de»— es una perífrasis de interrupción; estas perífrasis
expresan el cese de un estado de cosas antes de que alcance su final, tanto si se reanuda más tarde como si no es así.
De ahí se deduce que, para que algo cese, ha tenido que ser iniciado previamente.
Veamos los ejemplos (1), (2) y (3). Podemos considerar que «soñar», «querer» y «sonreír» son unos hábitos que el receptor ha estado realizando a lo largo de su vida, por lo que los enunciados lo animan a no dejar de realizarlos, es decir, a continuarlos. Todo correcto.
Los ejemplos (4), (5) y (6), por el contrario, hacen referencia a acciones («ver [el mensaje]», «mirar el golazo», «participar [en el concurso]») que no han sido iniciadas en ningún momento. Si algo no ha sido iniciado, lógicamente, no puede ser interrumpido. Por tanto, estos ejemplos son incorrectos, a pesar de ser frecuentes siempre en este tipo de titulares viralizantes (otra propuesta de nueva palabra para la RAE).
Aclara la RAE que “puede perder su valor aspectual de interrupción en contextos negativos”, como en:
(7) No dejó de sentir un alivio al pensar que el sueño había desaparecido.
En este ejemplo, por algo que podemos considerar lítotes, lo que se da a entender no es interrupción, sino que sintió cierto alivio, es decir, lo que se hace es, por medio de la doble negación, atenuar una afirmación.
Sin embargo, no es ese el caso de los ejemplos (4), (5) y (6). En ellos, lo que se pretende es que el receptor realice una acción. Quizá es un uso extendido en Hispanoamérica que, como comentaba al principio, se va extendiendo por España, o quizá es simplemente una mala construcción que se ha perpetuado en este tipo de titulares y que no se ha corregido por pereza.
En mi opinión, la construcción debe cambiarse por «no te quedes sin».
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«¡No te quedes sin saber esto!», de delcastellano.com.